Sigma Internacional fue fundada en Abril de 1985, por Peter Karl August Schmidt, joven empresario alemán que llegó a Colombia en el año 1957, cuando en el país la industria nacional utilizaba preferencialmente, maquinaria y equipo industrial alemán. Para su primer viaje a Colombia, Peter Schmidt estudio intensivamente durante seis (6) meses el idioma Español, en una escuela de lenguas en Alemania, y cuando llegó a Colombia para asesorar la instalación y operación de los equipos industriales, creyó que había llegado a otro país, o que había estudiado el idioma que no era, debido a que arrivó por barco al puerto de Barranquilla, y no entendía nada de lo que las personas le hablaban. Pocos días después cuando arribo a la ciudad de Bogotá, pudo comprobar que si estaba en Colombia y que si había estudiado el idioma Español.

Con el pasar de los años, la empresa alemana para la cual trabajaba, decidió cerrar sus oficinas en el país y cuando iba a ser enviado de regreso a Alemania, Peter Schmidt tomó la decisión de quedarse en Colombia. En su búsqueda de actividades y negocios para desarrollar en el país, se vinculó al sector automotriz, y estuvo impulsando productos americanos de marcas mundialmente reconocidas. Con el pasar del tiempo y después de haber adquirido mucha experiencia en el segmento del transporte, decidió crear su propia empresa de representación de firmas extranjeras, y para ello pensó en un nombre que resumiera y agrupara diferentes marcas, países, culturas y diferentes tipos de repuestos para vehículos, siendo importante que el nombre denotara a la vez, un vínculo entre las fábricas y el mercado nacional. Después analizar todas las variables involucradas, se escogió como nombre y símbolo de la empresa, la decimoctava letra del alfabeto griego, es decir, la letra Sigma (Σ), que en matemáticas significa sumatoria, y en química representa un enlace. En Abril de 1985 comienza a operar oficialmente la empresa Sigma Internacional Limitada, representando principalmente fábricas y/o compañías de origen alemán, momento desde el cual siempre se ha mantenido como filosofía corporativa, la trasparencia, seriedad y claridad en el momento de ofrecer productos extranjeros, siendo primordial que dichas fábricas ofrezcan realmente productos que cumplan con los estándares de equipo original, principio que ha hecho que en varias oportunidades, se haya decicido dejar de representar empresas de reconocido nombre y trayectoria internacional, debido a que ofrecían productos de origen asiático, con desempeño inferior al requerido por los fabricantes de automóviles.

Para representar una fábrica extranjera, tenemos como protocolo comercial y de ética, ensayar los productos en diferentes vehículos a nivel nacional, antes de tomar la decisión de trabajar como representatee de esa marca en el país, porque ante todo, seguimos fieles a la filosofía del fundador de la empresa, referente a no comercializar productos que no tengan el nivel de equipo original. Así mismo, también nos cuidamos de trabajar con productos que denominamos “cosméticos”, es decir, productos que son bastante agradables a la vista, tanto en su empaque, como en su terminado externo, y cuya función es llamar la atención visual, por encima del desempeño técnico y funcional. Este tipo de estrategias son utilizadas por muchos imitadores, con lo que realmente se le hace daño al mercado de los repuestos, y al usuario final, sobre todo en las ocasiones en que los productos nuestros son objeto de falsificación, aprovechando la buena imagen que hemos construido con trabajo honesto, por más de 35 años en el país.